Sorprendida
De andar y habla lenta, sorprendida de no ser el centro de la atención, o por lo menos que la consideren especial, mira alrededor con perplejidad.
La escalera
Cierra la puerta de un portazo, sale al rellano malhumorado y baja las empinadas escaleras, con el eco de la conversación recientemente mantenida golpeándole la dignidad.
Desde la ventana
Con la habitación a media luz observa desde la ventana como se debate en la indecisión, siente que lo que hubo se acaba. En la calle, apoyada en aquella esquina, huyendo de la claridad de la farola, duda si seguir adelante o tratar de olvidar.
Sábado por la noche
Es sábado por la noche, llego unos minutos antes y el compañero me lo agradece.
Mesa contigua
Sin prisas una pareja, con los brazos enredados en sus cinturas, llega hasta la terraza y toma asiento. En la mesa contigua un grupo de cuatro jóvenes, en pares, les miran con escaso disimulo. Con la cara descubierta luciendo la creencia de una inmortalidad desvergonzada, refractaria a la más mínima prudencia. Algo con que distraer…