Sábado por la noche4.7 (7)
Es sábado por la noche, llego unos minutos antes y el compañero me lo agradece.
Mesa contigua4.9 (7)
Sin prisas una pareja, con los brazos enredados en sus cinturas, llega hasta la terraza y toma asiento. En la mesa contigua un grupo de cuatro jóvenes, en pares, les miran con escaso disimulo. Con la cara descubierta luciendo la creencia de una inmortalidad desvergonzada, refractaria a la más mínima prudencia. Algo con que distraer…
Palabras4.8 (6)
Llevaba tiempo sentado delante del papel, sin que le vinieran las palabras. ¡Para una vez que me hacen un encargo! Se recriminaba la suerte.
El mismo fallo5 (8)
¡Es la segunda factura y otra vez con el mismo fallo! Hace un par de meses me llamaron, a esas horas en las que solo te aguantas a ti mismo, ofreciéndome una tarifa “global” de telefonía, todo incluido…
El día que llegó4.9 (8)
Casi ni me acuerdo del día que llegó a casa, ni siquiera de la confusa excusa que me contó, una suerte de ruina y desamor.
Lo mínimo5 (7)
Estaba impresionado, había que reducir el impacto a lo mínimo. Salió de aquella conferencia sobre la huella del hombre en el planeta y el futuro que se esperaba en caso de seguir así.
Ocultos5 (9)
Salgo a la calle y me cruzo con gestos ocultos, miradas enmarcadas, asomadas a barreras de papel o tela, sin otro juego que el de cejas, pupilas y, algunos, de orejas, indicando que siguen ahí.
Blanco4.6 (10)
Amanece oculto en blanco. El relieve se confunde. Las montañas, impávidas, se recortan cargadas de melancolía en un cielo que se despereza de la negrura.
En medio5 (6)
¡Ahí está! ¡En medio! Impertérrita, orgullosa, clamando silenciosamente su lugar. Sí, es la hache, pero no esta que empieza su nombre, no
No más5 (7)
No más. Se despide, con una sonrisa vidriada, de los vecinos que ya no verá como compañeros en el comercio, y que a partir de ahora tan solo visitará con un nexo cada vez más atenuado.