Vieja sirena
Todavía retenía algo de su antiguo atractivo, la vieja sirena luchaba ferozmente contra las huellas del tiempo que iban, inexorables, dejando su impronta.
Sorprendida
De andar y habla lenta, sorprendida de no ser el centro de la atención, o por lo menos que la consideren especial, mira alrededor con perplejidad.
La escalera
Cierra la puerta de un portazo, sale al rellano malhumorado y baja las empinadas escaleras, con el eco de la conversación recientemente mantenida golpeándole la dignidad.
Desde la ventana
Con la habitación a media luz observa desde la ventana como se debate en la indecisión, siente que lo que hubo se acaba. En la calle, apoyada en aquella esquina, huyendo de la claridad de la farola, duda si seguir adelante o tratar de olvidar.
El palito
Una vez más toca el momento del palito. Una cola que se acercan a la provisional carpa arrastrando los pies hacia una experiencia que no por necesaria, es menos desagradable.