
Escarcha4.3 (7)
Noto el crepitar del suelo cubierto de escarcha bajo mis pies. Un blanco cristalizado refleja la luz de la farola más cercana. La escena parece salida de un cuento de fantasía, pero el frío me devuelve a la realidad. Camino con tiento para evitar caerme, solo me faltaba eso.
Al salir he podido comprobar en el termómetro que estoy a unos cuantos grados bajo cero. Una buena oportunidad para haberme vuelto a la cama y poner cualquier excusa, catarro, gripe o incluso corona-virus. Pero el sentido de la responsabilidad me empuja a avanzar hacia mi cita de trabajo. Un inoportuno compromiso, que en su momento fue una alegría, me tiene a las 5 de la madrugada dispuesto a intentar abrir el coche, que se ha mimetizado con el entorno, perdiendo el rojo en un blanco que ya resulta monótono.
Miro atrás y veo mis huellas marcadas en la helada, marcando el camino de vuelta, a esa cama caliente que parece llamarme a gritos. Voy a abrir la puerta y no encuentro las llaves, me asalta la duda de haberlas cogido o no. En un momento de lucidez recuerdo que no las cogí.
Vuelvo a casa con la sensación de recibir una señal, pero son solo las consecuencias del frío y el madrugón, que no ayudan a la sensatez. Miro con nostalgia la puerta de la habitación y salgo más decidido, no porque se haya despertado un momento de valentía en mí, si no por no echarme atrás.
Abro, no sin dificultad, la puerta del coche rompiendo el sello de hielo. Pongo en marcha el motor y responde. Ya tan solo me queda rascar la escarcha de los cristales, que me lleva un buen rato. La de atrás no, que tiene resistencias. Mientras me pregunto por qué el resto de las lunas no cuentan con ese invento, pero no lo pienso mucho, el tiempo apremia, y no me he levantado a estas horas para disquisiciones inútiles.
Entro y me dispongo a empezar la jornada. Mientras recorro los primeros metros tan solo se me ocurre un pensamiento… ¡Vaya manera de empezar la semana!
Me encanta el relato, seguro que ibas a una figu a esas horas tan tempraneras. 💪🏻💪🏻
¡Muchas gracias! Efectivamente, has acertado, dónde si no a esas horas. Un abrazo