
Camino hacia la vergüenza0 (0)
Asustados e ingenuos camino hacia la vergüenza.
Nacemos asustados e ingenuos, con el tiempo el susto original se va aplacando, convirtiéndose en vértigo. Responsabilidades, compromisos, obligaciones provocan que todo vaya más rápido.
La inocencia se va perdiendo para trasmutarse, tras imponernos reglas en vergüenza. Al comienzo, por comparación, se queda en lo externo, parece que lo que queda fuera nuestro aparenta mejor. Según se va llenando el tiempo la moral se introduce en el interior cargada de culpa, tintada de decencia, inflada de dignidad y acobardada ante la deshonra y el ridículo. La banda sonora de los anhelos se va homogeneizando en desilusiones, cargando complejos y acumulando escombros emocionales.
Según se va llenando el tiempo la moral se introduce en el interior cargada de culpa…
De vez en cuando surge un disonante, que se rige por otro patrón u ofende lo correcto y, entre envidia callada y reproche manifiesto, sentimos el otro tipo, la ajena. Ayudada por el prejuicio y el murmullo del clan, empuja a enjuiciar al que sale de la fila.
Además no hay que olvidar aquellos que parecen haberla perdido, que no la sienten o necesitan, que nadie les ha entregado a la comunidad, y trascurren sin vergüenza. Unos por carencia y otros simplemente por que les importa bien poco.
…el prejuicio y el murmullo del clan, empuja a enjuiciar al que sale de la fila.
Con un arrastre de vida acumulando sinsabores y alegrías, sorteando los momentos de arrepentirse, desconcierta el bagaje acumulado, las pautas inoculadas, los códigos impuestos, las leyes que, como losas, nos aplastan. Y la vergüenza siempre está ahí, creando turbadoras dudas, miedos a ser el centro de las críticas, a que nos aparten, a que nos signifiquen. Minando la inestable seguridad adquirida, diluyendo el aplomo postizo, que tanto trabajo ha costado sumar.
Adelanto el cuerpo arrastrando la duda de dónde está la mía, creo estar perdiéndola en la esquina del tiempo, aunque viendo el actuar de algunos, la ajena sigue acompañándome.