Año nuevo5 (2)
Otro año nuevo para estrenar y otro más que quedó atrás. Cuando termine este nuevo año, que espero concluir, volveremos a sentarnos a pensar que es lo que hicimos y lo que no. Y seguiremos sujetándonos a eso de seguir cumpliendo años, porque, nunca mejor dicho, nos va la vida.
Con la perspectiva que te da la acumulación de tiempo y vivencias, cada fin de año tiene un significado diferente. No se trata de que sea más reflexivo, ni siquiera nostálgico, tan solo es una vista hacia delante, que sé que cada vez será menos, y lo asumo. Pero no deja de tener un punto de melancolía, sobre todo cuando de vez en cuando te rodeas de una inconsciente e insultante juventud. Y te apetece gritarles que yo también fui joven y bebí la vida a morro, y en ocasiones todavía tengo momentos en los que me apetece descontrolar, porque quiero seguir apegado a un pasado que ya no volverá, pero que no olvido.
No lo recuerdo todo, ha sido muy intenso y muchas, pero muchas, veces nublado, y aquí sigo, sin reconocerme en el espejo. Atacado por arrugas y un pelo infiel, y aun así sigo aferrado a mi idea de lo que fui, que tampoco es que lo tenga claro, pero en su momento, y en mi recuerdo, me gustó.
Este último tal vez haya sido zigzagueante, esquivo para definir, lleno de emociones dispares, como una de esas pelotas de goma que no se dejan atrapar. Un año con más amigos, y creo no haber perdido ninguno de los anteriores. Proyectos y objetivos cumplidos, otros no, pero ya llegará su momento. Algún viaje corto pero emocionante. Un amor perdido, o por lo menos dormido…
Pero ahora hay que pensar a futuro, en el año nuevo del que tan solo espero comérmelo aderezado con el mismo empuje, las mismas alegrías, las mismas ilusiones. Que queden menos dudas, menos momentos desagradables, que algunos recobren la razón si algún día la tuvieron, lo de las misses y la paz en el mundo, en fin, lo sensato.
Y esperar que alguien despierte, aunque solo sea a ratos.
