Puntual4.3 (6)
Una vez más aparece puntual en la discoteca, con su armadura de cosméticos para tapar la acumulación del tiempo. En busca de alguien con quien olvidar su soledad, y recordar la vibración del placer. No siempre lo consigue, pero no ceja en el anhelo.
Hace años que quedó viuda, cuando todavía era una figura deslumbrante, de esas que generan envidias por inalcanzable. Fue una relación tranquila, donde tras el paso del tiempo tan solo quedaba un cariño amansado, en una relación de costumbres.
Al principio se envolvió en recuerdos construidos y adornados durante años. Hasta que un día se sacudió la nostalgia y decidió volver al mundo. Fue entonces cuando nos conocimos. Yo era bastante superficial y buscaba simplemente placeres. Tampoco es que haya mejorado, pero soy consciente de que los años arrastran hasta la memoria de lo que fuimos.
Fue en esa búsqueda insustancial donde nos encontramos. No duró mucho aquella etapa, pero a mí me sorprendió. De alguna manera me quedé prendado. No por la belleza, sino por la capacidad de trascurrir sin que nada se le adhiriera. Y cuando acabó me dolió, ya se sabe que nada es seguro o eterno, pero no lo esperaba tan pronto.
Cierto es que no tardé mucho en sobreponerme, cuando se pierde el apoyo es mejor caminar. De aquellas noches agotadoras que terminaban en la playa, ella atrapada en el bañador, yo en su cuerpo, tan solo quedaron rescoldos, en los que de vez en cuando me quemo. Sobre todo cuando consigue convencer, en la hora de la bruma, a algún joven, en el que vuelco toda mi envidia.
Y una vez más se acerca para saludarme con un beso, no sé si por amabilidad o por compasión. Y aquí estoy puntual, con mis tristezas vertidas sobre la barra, esperando que por despecho o aburrimiento venga a mí.
Se dirige a la pista, a mover los restos de sus encantos. Esta noche me ha parecido que ese beso ha sido más sentido que otras veces. Me quedaré hasta el final, quién sabe si hoy es la noche.
