Su viaje4.9 (8)
Parecía feliz, alguien que hubiera encontrado su lugar en el mundo, sin embargo su viaje no había sido fácil. Desde niña tuvo que lidiar con dificultades impropias de su edad, teniendo que madurar precipitadamente sin poder disfrutar de la infancia.
Pocos días antes de Navidad, tiempo atrás, la familia tuvo que dejar atrás su país donde pensar distinto era un problema. Donde no parecía haber un futuro. Corrupciones, delincuencia, odios, desigualdades difíciles de entender desde nuestro mirador, no auguraban un mañana generoso.
Después de su largo viaje sin tregua para recuperar el aliento, llegaron a este país, desgraciadamente no todos. Donde por fin pudieron llorar las heridas.
La conocí en un parque donde acostumbro a pasear absorto en mis pensamientos. Hacía algún tiempo que me cruzaba con una mujer que estaba sentada en un banco, siempre con un libro. Un día de otoño, imagino que después de percatarse de la frecuente coincidencia, empezó a saludarme con una sonrisa educada y una mirada que radiaba felicidad. Yo, que mientras camino acostumbro a contemplar los cambios de la naturaleza, y a abstraerme en mis reflexiones, me percaté de ese gesto que no terminaba de entender.
Cerca del final del otoño, con la curiosidad empujando a la timidez me paré, y después de presentarme no pude evitar preguntarle el motivo de su actitud. Con una sonrisa abierta me contestó que se acercaban las fiestas. En mi agnóstica ignorancia le pregunté de que fiestas hablaba. Sorprendida me indicó que la Navidad.
Con la excusa de que me explicara a qué venía tanta alegría, e ignorando mi carácter, la invité a pasear, esperando cualquier pretexto para negarse. Para mi sorpresa aceptó. Y así empezamos a acompañarnos en unos largos paseos donde hablábamos sin profundizar.
Hicieron falta muchos pasos y tiempo para abrirnos. Poco a poco pude entender sus ganas de celebración, ya no solo de la Navidad, sino del mero hecho de estar. Y que desde su viaje, sentía que ya podía descansar, que solo quedaba disfrutar.
De esos paseos conversados saco una enseñanza, que fácil es estar disconforme cuando se tiene todo lo que se necesita. Este año celebraré estas fiestas, aunque sea solo.
Bonita historia y gran reflexion final, Juan.
Un placer leerte, como siempre.
Te deseo un MUY FELIZ AÑO 2025, lleno de grandes proyectos, buenas lecturas y bonitos rodajes.
Fdo. Juan Antonio de la Calle
Actor y figurante
¡Muchas gracias Juan Antonio!
Te deseo lo mismo, que este año venga cargado de proyectos divertidos y satisfactorios
¡Un abrazo!