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Picor en la espalda
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19/04/2024 0 Por Juan Aguilar
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    Todo empezó con un leve picor en la espalda. Durante el último paseo notó una pequeña punzada en el lomo, una de esas sensaciones que se tienen ocasionalmente. Como una gota fría que hubiera caído del cielo en un día despejado, sin explicación de su origen. Pero en este caso de esas que se cuelan por el cuello, provocando un desagradable escalofrío. Le preocupó que fuera el “regalito” de algún pájaro, observó alrededor y nadie miraba, por lo que siguió con su caminata.

    Llegó a casa sin recordar el incidente. Al cabo de un tiempo una sensación de incomodidad fue creciendo detrás provocándole cierta preocupación. El escozor fue en aumento, trató de rascarse pero no alcanzaba con la mano, tuvo un pequeño pensamiento para la flexibilidad perdida, los años se dijo. Trató de aliviar la desazón con el palo de un plumero. Al principio notó cierto consuelo, pero el escozor iba en aumento. Recordó tener un tenedor de esos grandes para trinchar. Lo buscó por los muebles de la cocina y tras un buen rato lo encontró, como siempre en el último de los cajones.

    Le dobló las puntas y medio desnudo empezó a rascarse cada vez con más energía. Era doloroso pero la comezón iba alcanzado el nivel de insoportable. Percibió como unas gotas le recorrían la espalda, que lo achacó al sudor por tanto ejercicio.

    Se asustó cuando la humedad impregnó la ropa, alcanzando la interior, para recorrer la pierna, pero no podía parar. Al ajetreo le fue acompañando gritos cada vez más intensos, alertando a los vecinos. Era tal la intensidad del picor y el esfuerzo por acabar con él que no se percató del charco rojo que iba creciendo alrededor de sus zapatos.

     Seguía rascándose cada vez con más furia. Se notaba cansado y el brazo le hormigueaba, aun así siguió con la restriega, hasta que perdió el conocimiento. El silencio terminó de alarmar a los colindantes.

     Unas horas más tarde se oyó como reventaban la puerta de la vivienda, seguida de los sólidos pasos de varias personas. Repentinamente se paró el ruido, aumentando la expectativa de los residentes de alrededor, y alguien comentó: Otro con picor de espalda.

#Escaparate