
La relación4.9 (8)
Era consciente de que la relación que estaba disfrutando no iba a durar eternamente. Que no dejaba de ser un periodo de transición entre uno de sus idilios y otro. Ya había pasado en otra ocasión, y no le gustó. Aun sabiendo como terminaría quería disfrutarla mientras durara.
Una vez más le buscó cuando terminó con su última pareja, mal como casi siempre, no era muy atinada en sus elecciones. Tal vez esa imperiosa necesidad de sentirse querida le llevaba a elegir por lo que podría ser, sin esperar a ver lo que era. Él estaba reticente por su falta de correspondencia, pero no puso demasiados impedimentos para reiniciar su relación intermitente. Ella era muy seductora y le encontró en un buen momento, aunque pensando en otra.
La relación de ellos era de ese tipo de amistad con las fronteras difusas, donde los caminos se encuentran y se recorren juntos, pero en arcenes distintos. De atracciones frenadas por miedo a pasar a otro nivel y que pudiera fracasar, y así perder esa intimidad, que en esta ocasión estaba creciendo.
No les importaba lo que pudieran pensar los demás, no tenían ningún problema para tocarse, ir cogidos, o simplemente quedarse mirando el uno al otro, sin decir nada, dejando claro que sabían los pensamientos que ocupaban sus mentes.
Los días pasaban y lo que se inició siendo una vuelta a la relación que había quedado aparcada, se transformaba en una agradable cotidianidad, viviendo momentos sin trascendencia entre otros más profundos. Compartiendo actividades que antes no habían hecho, e incluso expresar sentimientos que podrían ser confundidos.
No sabía hasta donde llegarían esta vez, si tan solo quedaría en esa reforzada amistad a pesar de haber profundizado más en la relación, le daba igual, tan solo quería disfrutar de la situación, consumir tiempo, sentir emociones, sumar experiencias….
Ella decía que no volvería a apartarle de su vida, él esperaba que esta vez fuera distinto. Pero sabía que tan solo era un deseo.