Ahí está

4.7 (9)

Ahí está, ya dudaba que viniera. Sé que es violento para él la situación, toda esta gente, mi gente, y yo tendida, inmóvil. Me gustaría decirle algo, pedirle disculpas, tratar una vez más que me entendiese, pero ya no puedo.

He procurado terminar sonriendo para que me viera y comprenda que es lo que yo quería, y que me he ido feliz. Ya había llegado a congraciarme conmigo misma, alcanzado y sentido la paz, y mi interior estaba en calma.

Me parece percibir su desconcierto. Se lo había comentado muchas veces, siento que no pudiera admitirlo, que no entrara en su mente, pero aquí estoy, y ya es tarde para estas reflexiones.

No sé si guardaré su recuerdo donde voy, ni donde hubiéramos llegado de seguir viéndonos, pero mi viaje ya estaba preparado y no podía, ni quería, esperar. ¡Hasta otra vida!

 

Se lo había oído muchas veces: “tan solo espero a morir”. Se sentía realizada, decía, estaba en paz consigo misma. Y ahí está, parece dormida, serena, con una sonrisa que parece expresar satisfacción. Por un momento he pensado que es para mí, tal vez su despedida, que tan solo le queda decir tranquilamente: “nos vemos”. Pero no dejan de ser imaginaciones mías para intentar consolarme. No puedo apartar la vista de ella, no quiero despedirme.

Siento la mirada de la gente, nadie me conoce, o eso creo. Me desconcierta el estar compartiendo un espacio con personas que no conozco, y que concurren en mi tristeza. Aunque en su caso, imagino, es más lógico, son sus familiares y amigos. Yo tan solo he sido alguien con quien compartió momentos, sentimientos, creencias y algunas risas. Fueron ocasiones muy vividas, hasta podría decir que intensas. Nos fuimos conociendo, pero desgraciadamente no lo suficiente. Aunque no sé qué habría cambiado, me quedo con una sensación de vacío.

Bueno me queda su recuerdo, al fin y al cabo ya solo es un cuerpo desierto. No, me quiero engañar, no me vale solo con su recuerdo, la voy a extrañar.

Me voy antes de que me de por llorar.

#Escaparate