
Huérfano5 (9)
Otra vez huérfano, tristemente olvidado en el asiento de un autobús, y no es la primera. Me siento como un objeto sin importancia, algo que se pueda remplazar sin pena alguna. Soy un paraguas y estoy harto de este ninguneo, de ser tan poco crucial en la vida de quien me usa.
Casi siempre me dejan en la puerta, como si no quisieran que les vieran conmigo. Pero luego me olvidan en la papelera de un bar, en un cubo de esos cuquis que ponen en algunas tiendas, para que no les mojen el suelo. A ver, si vengo mojado no es mi culpa, es mi naturaleza, proteger del agua. Pero nada, una vez cumplido el propósito no saben que hacer conmigo, molesto.
Sí, soy uno de esos paraguas plegables, de los que ocupan poco, pero que cumplo con mi trabajo, con lo que cuesta. Que parece que es muy fácil, pero imaginaros que estáis apaciblemente dormidos, de repente te arrancan del sueño y en una maniobra vertiginosa tienes que desplegar las velas y empaparte, jodido ¿eh?
Y como en ese momento no llueve pues como a Santa Bárbara sin truenos. Reconozco que soy de los baratitos, y cuando llegue a casa el o la olvidadiza se molestará, pero en seguida pensará en que tampoco es tanto, que me repondrá cuando pase por un “chino”, y, lo que más me molesta, piense menos mal que no me llevé el bueno. Sí, porque en este mundo también hay clases, esos paraguas estirados con empuñadura trabajada, que son un capricho o una herencia, esos plegables con botoncito de despliegue y recogida. Los de diseño, que parecen salidos del sueño de un loco, o esos otros de pastor con rebaño.
Reconozco que no soy de alta clase, ni siquiera de la media, pero no merezco ser olvidado, huérfano, que uno tiene su corazoncito. Que ya van cuatro dueños diferentes, y no sabes en las manos de quien vas a caer, que algunas parece que haya calado mi tela, otras simplemente es mejor no pensar dónde han estado. Y lo peor, algún día puede que nadie me recoja y termine en eso que se comenta llamado objetos perdidos, ¡y no volver a desplegarme nunca!
En fin, voy a ver si puedo moverme y llamar la atención de alguien.
Pedro Pablo Castro
Aficionado al cine y la lectura.
Actor de Doblaje y locutor.
Yt pedropablocastro1
Ig @peterpcastro
El huerfano no es querido simplemente porque no hay quien le quiera, y aprende que hay que hacerse querer
O querer por necesidad